martes, 29 de octubre de 2013

Leyenda de la Flor del IRUPÉ



Yasí Ratá , una joven de la tribu de los guaraníes,  había nacido con una enfermedad incurable; ella  amaba a los astros. Desde pequeña se sintió hechizada por la belleza de la luna y vivía para ella.
Cuando la luna aparecía, Yasí se vestía con sus mejores galas y pasaba la noche entera en un idilio con el astro del cielo.
Un día, Yasí desesperada por estar tan lejos de su celestial amante, decidió ir en busca de ella. Subió a uno de los árboles más altos y desde allí extendió los brazos para que la luna la recogiera.
Pero fue inútil. Descorazonada y vencida por no ser correspondida, caminó un largo tiempo, sus pies desgarrados por las piedras estaban llenos de sangre.
Después de mucho caminar llegó a un lago de aguas limpias y brillantes. Se asomó y al contemplarse en ella vio su imagen reflejada al lado de la luna.
Era un milagro!!. Se arrojó a sus brazos, pero la imagen se desvaneció y las aguas se cerraron sobre ella cubriendo para siempre su imposible sueño de amor.

Flor del Irupé
Tupá (Dios para los guaraníes), se compadeció de aquel inmenso y puro amor, y la transformó en IRUPÉ, (plato sobre el río),  con hojas de forma de disco lunar que mira  hacia lo alto en procura de su amado ideal.

De noche cierra sus pétalos cubriendo las manchas de sangre de sus heridas, pero cuando la Luna aparece, se abre y todavía conversa con ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario